La ciudad se prepara para presentarle al mundo el que se llamará Centro Cultural de Manizales, una obra que se levanta con la restauración de la estructura en bahareque más grande del país. Recorrimos las obras que se adelantan en los claustros de la Concentración Escolar Juan XXIII. Los trabajos de la primera fase avanzan ya en un 59.3%.
Al caminar por el lugar imagina uno que está recorriendo las ruinas que quedan después de un sismo apariencia que no corresponde con esa suposición, sino que responde a los esfuerzos que hoy se hacen por recuperar el recinto que ha sido epicentro del conocimiento, la historia, y la cultura de Manizales por más de un siglo.
Casi dos décadas fue necesario esperar para que se comenzara a materializar la idea de restaurar la Concentración Escolar Juan XXIII, sede de la formación de miles de personas, generaciones enteras que a lo largo de la historia de la ciudad, encontraron en sus recintos las bases de su formación.
Los primeros pasos comenzaron a darse en 2005, cuando fue declarado Bien de Interés Cultural del Ámbito Nacional. La presión del fallo de una acción popular presentada en 2009 por Enrique Arbeláez Mutis, llevó a que en 2015 el Ministerio Cultura estableciera Un Plan Especial de Manejo y Protección figura bajo la cual quedó abierto el camino para la restauración y recuperación del inmueble, así como para la creación de un plan de sostenimiento del mismo.
Movilizarse entonces por los escombros de la construcción en bahareque más grande del país no sólo implica vestir casco protector y botas especiales, es transitar por pisos y rincones donde almacenan a temperatura especial madera fina para la tarea que se adelanta; compartir con decenas operarios, ingeneros, arquitectos, trabajadores sociales que al son de los sonidos que emiten máquinas y herramientas, transportan al visitante al encuentro con una historia de más de 110 años atada a la formación de ilustres personalidades de la ciudad como Gilberto Alzate Avendaño, Fernando Londoño Londoño, Gilberto Vieira, Eliseo Arango, Silvio Villegas, entre muchos otros.
El Pasado
A comienzos del Siglo XX las construcciones en tapia pisada y adobe desaparecieron en Manizales y fueron reemplazadas por el Bahareque. Las experiencias con los temblores de tierra fueron determinantes en ese giro en el tipo de edificaciones y es así como las más importantes de la ciudad y muchas de sus viviendas comenzaron a levantarse con este material. No podía ser la excepción la que por entonces se llamó Colegio Mayor e Instituto Universitario, cuya sede fue levantada entre 1912 y 1915.
Desde 1943 se fundó la Universidad Popular (hoy Universidad de Caldas) y consolidó al Instituto Universitario como centro académico donde fueron naciendo en su orden las facultades de Bellas Artes, Agronomía y Veterinaria, Medicina y Derecho, Lenguas Modernas, Filosofía y Letras y Economía y hogar.
El traslado de la universidad a una nueva sede llevó a que en la edificación se estableciera por un muy corto período la Concentración Fundadores, hasta que en 1964 tomara el nombre de Concentración Rscolar Juan XXIII. Posteriormente funcionaría allí el Colegio Alfonso López Pumarejo y en 2010 el deterioro de la construcción llevó a su abandono.
Gracias al impulso de la administración del alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín Correa, comenzó a materializarse el sueño de hacer de la Concentración Escolar Juan XXIII un Centro Cultural para beneficio de todos los habitantes y visitantes de la ciudad.
La Concentración Escolar Juan XXIII está hoy en obra y tiene dos frente de trabajo. El primera forma parte de un juicioso ejercicio de restauración y recuperación de las antiguas instalaciones; la segunda, se levanta una estructura moderna que complementará el Centro Cultural de Manizales, que incluye plazoleta, parquederos, una media torta, finalmente será en lo que se convertirá el histórico recinto, que además forma parte del proyecto Campus Manizales.
Tras un proceso de licitación respaldado por vigencias futuras aprobadas por el Concejo de Manizales, la administración municipal garantizó recursos por cerca de 13 mil millones de pesos para adelantar una primera fase que contempla el reforzamiento estructural, la restauración y la ampliación de la Concentración Escolar Juan XXIII.
Un total de 102 operarios, incluidos ingenieros y arquitectos restauradores, se encargan hoy de avanzar con esta obra que una vez concluida contará en un espacio de 7 mil metros cuadrados con biblioteca, videoteca, museo, sala de esposiciones, auditorio, sala de danzas, entre otros servicios.
El Futuro
Para el arquitecto Alexander Jiménez, especialista en conservación y quien forma parte de la interventoría, “la intervención está enfocada a la conservación integral del edificio y a la ampliación necesaria para adaptar los sistemas técnicos que permitan darle funcionalidad”.
Entre tanto el Ingeniero Civil Alejandro Castañeda, especialista en estructura, y quien forma parte del equipo que adelanta labores en la zona de la obra que está siendo levantada por el sector de la Avenida Paralela, explicó que “en su construcción están presentes todas las técnicas y materiales modernos que requiere este tipo de obra”.
Ubicada estratégicamente en el punto de la ciudad que une al centro de la con la zona de confluencia de las avenidas Santander y Paralela, el que será Centro Cultural de Manizales en el futuro será otra de las obras que quedará en los próximo meses como aporte a la presentación de una nueva cara de la ciudad frente al mundo.