El estar en alerta naranja por la inestabilidad del Volcán ‘Arenas’ del Nevado del Ruiz, abre las puertas a una crisis en sectores de la economía como el turismo, que en dos semanas ya comienzan a verse golpeados. Cancelación de reservas, caída en 20 puntos en la ocupación hotelera según las cifras oficiales, el cierre de establecimientos, restricción en la contratación de personal y el drama de los guías turísticos ambientales, llevan a que desde Manizales se haga un llamado al Gobierno Nacional para que tome medidas que eviten la debacle.
Era apenas un muchacho que comenzaba en la Universidad de Caldas su carrera de médico veterinario y zootecnista cuando aquel fatídico 13 de noviembre de 1985 hizo erupción el Volcán ‘Arenas’ del Nevado del Ruiz. Recuerda que en esa época “nos tocó atender muchos animales por causa de la ceniza, no sólo de esta hacienda sino de otras circundantes, un tema complicado que es médica y sanitariamente difícil de atender. Hoy trabajamos para tener las mínimas repercusiones económicas y sociales en la zona”, relata José Fernando Pérez Londoño, cabeza de una tradicional y centenaria empresa que gira en torno a la producción de la hacienda El Bosque, ubicada en la vereda La Esperanza, a unos minutos del Páramo de Letras, en la vía a Bogotá y a 16 kilómetros lineales del Volcán Nevado del Ruiz.
La ganadería, la agricultura y el turismo son los motores de la economía de esta zona cercana al llamado ‘León Dormido’ y que, dadas las circunstancias actuales, cuando el nivel de actividad del volcán es naranja, los tiene atentos e implementando protocolos para actuar frente a una eventual erupción.
La región está en zona de amenaza alta y media y está habitada por personas que principalmente se dedican a la cría de ganado, que incluye vacas, toros de lidia, caballos, ovejas y otros animales. Hay grandes y pequeños propietarios, que mantienen a sus animales en pastos naturales o en pequeñas fincas y hacen de esta actividad una fuente importante de ingresos y sustento.
En esta zona, también hay agricultores que cultivan productos como café, cacao, frutas, hortalizas y papa, muchos de los cuales trabajan parcelas que son propiedad de sus familias, y utilizan técnicas agrícolas tradicionales y mano de obra familiar.
A menudo son personas que viven en pequeñas comunidades donde comparten los recursos y trabajan juntos para mantener sus fincas. Son ellos una parte importante de la vida rural y desempeñan un papel fundamental en la producción de alimentos para la región. Algunos complementan sus tareas con la producción de trucha, que en ocasiones se unen a procesos de acuaponía (producción de peces y hortalizas sin suelo y a través del agua).
Desde que se decretó el nivel de alerta naranja, las comunidades están trabajando con las autoridades y es así como los propietarios han tomado medidas importantes, como proteger los reservorios de agua, determinar los sitios de atención al ganado afectado por la ceniza y entregar kits a los trabajadores y sus familias para que atiendan las recomendaciones llegado el momento de una erupción.
“Gracias a la colaboración de la Alcaldía de Manizales creo que estamos en capacidad de enfrentar cualquier emergencia”, resalta el agrónomo y zootecnista Pérez Londoño, quien llamó la atención del problema social y económico que podría enfrentar en el corto y mediano plazo la región. Agregó que ya se han reunido con las secretarías de Agricultura, Medio Ambiente y TIC y Competitividad de la capital caldense, buscando salidas conjuntas a la problemática.
Entre tanto su hijo, Juan Martín Pérez, propietario de una empresa de turismo del mismo grupo de negocios de la hacienda El Bosque, advierte lo difícil que se volvió para el sector turístico y hotelero en estar en alerta naranja.
“Llevamos muchos años conviviendo con el volcán, más de diez años viene emitiendo cenizas y hemos aprendido a convivir con ello, pero la forma como se ha venido manejando la evacuación y los posibles riesgos y afectaciones, nos está haciendo mucho daño”, puntualizó.
Padre e hijo pidieron “consideración de los altos mandos del Gobierno Nacional, para que los ayuden en estos momentos difíciles”.
La situación preocupa a la Administración Municipal que ya viene trabajando de la mano con los sectores afectados. En la tarea está el secretario de TIC y Competitividad, Jesús David Londoño, quien ya inició con una caracterización de los empresarios afectados.
“Venimos trabajando con el sector turismo de la ciudad, con quienes hemos tenido varios acercamientos e iniciamos una mesa técnica a través de la cual logramos identificar y contactar a esos empresarios que tienen diferentes inquietudes sobre la alerta naranja. Con la Cámara de Comercio logramos obtener un registro de aquellos empresarios que son de Manizales y con los cuales iniciamos una serie de conversaciones para que, a través de un instrumento de caracterización, podamos determinar las eventuales afectaciones de este sector”, precisa el titular de esa cartera, Jesús David Londoño.
Dice que esperan mantener el contacto directo “y revisar con ellos las estrategias que se deriven finalmente para poder mitigar los riesgos que se han generado a raíz de la declaratoria de alerta naranja por la actividad del Volcán Nevado del Ruiz.
El turismo, el primer afectado
A parte de las actividades agrícolas y ganaderas, que estarían directamente afectadas por una erupción, el turismo es el que en este momento sufre las consecuencias de la declaratoria del nivel de alerta naranja. El sólo hecho de determinar como zona de alto riesgo un perímetro de 15 kilómetros a la redonda, provocó que miles de personas que tenían planes de esparcimiento durante la temporada de Semana Santa en la región cancelaran sus reservas hoteleras.
En ese sentido, este sector es sin duda el más golpeado, pues según cifras de Cotelco, la ocupación hotelera en Manizales arrojó un resultado cercano al 23%, y en el departamento del 31%, mostrando una caída de alrededor de 20 puntos frente al porcentaje de ocupación del año anterior, que estuvo cercano al 55% durante la Semana Mayor.
Cabe resaltar que la ocupación en los municipios fuera de Manizales estuvo jalonada por los alojamientos rurales y vacacionales del norte y occidente de Caldas, y los centros de vacaciones de la zona, pero no alcanzó a superar las cifras de años anteriores.
Y es que esta caída afectó a todos por igual, desde los hoteles más grandes hasta los más pequeños de las ciudades capitales de la región; decenas de hospedajes, cabañas, zonas para acampar y paradisiacos sitios de gampling, tuvieron que comenzar a reducir la contratación de servicios, personal y hasta cerrar su atención al público por estar en zona de alto riesgo.
En condiciones de alerta amarilla había libertad para que los operadores turísticos ofrecieran atractivos planes para la práctica del senderismo, el avistamiento de aves, la fotografía, la visita a fuentes de aguas termales y el escalamiento en roca, pero con el nivel de alerta naranja todas estas actividades quedaron prohibidas, al decretarse el cierre total del Parque Natural de Los Nevados.
Un total de 776 operadores turísticos inscritos en la Cámara de Comercio de Manizales están hoy amenazados y a puertas de una grave crisis para la economía de la región ante la parálisis de negocios. Directamente los más afectados son los sitios de alojamiento, los restaurantes, las agencias de viajes y las empresas y personas dedicadas a la actividad de guías turísticos.
El drama de los guías turísticos
Precisamente uno de los grupos más afectados es el de los guías turísticos e intérpretes ambientales, pues más de 170 personas y 65 empresas que dependen de esta actividad, están hoy sin trabajo.
Faruk Castillo Osorio es licenciado en biología química y guía turístico profesional de 35 años, que generalmente ocupa dos o tres días de la semana a acompañar a la gente que visita la región. Dice que a raíz del cierre del parque se pararon todas las actividades ecoturísticas y se quedó sin trabajo.
“Entendemos el riesgo, el contexto geológico de la montaña, pero nos parece muy ilógico que cierren toda el área protegida cuando los cuerpos de socorro delimitaron unos 15 kilómetros del perímetro alrededor del Volcán Nevado del Ruiz, y tenemos otras montañas dentro del parque que sobrepasan ese perímetro. Obviamente entendemos la contingencia y los protocolos que hay que cumplir, pero existen zonas como Laguna del Otún, el Nudo de Paramillo en el Quindío y el Nevado del Tolima, que podrían estar habilitadas para la prestación de servicios ecoturísticos”, comenta.
Llamado al Gobierno Nacional
Diversos sectores de la economía son conscientes de la crisis económica que se avecina si el estado de alerta naranja por la actividad del Volcán Nevado del Ruiz se prolonga en el tiempo. Muchas empresas apenas si comenzaban a recuperarse de la situación que generó la pandemia por la Covid 19 y ahora ven con preocupación lo que podría venir.
Mónica Londoño Arango, coordinadora de la Unidad de Turismo de la Corporación para el Desarrollo de Caldas, afirma que “ya venimos hablando con los empresarios del sector de la gran crisis económica que vemos podemos tener en frente”.
Según Londoño Arango, “sentimos que los visitantes tienen temor de venir a la ciudad” y por esa razón pedimos al Gobierno Nacional apoyo para los empresarios del sector de turismo, generando acciones que incentiven la visita al territorio.
Explica que esto, por supuesto, debe darse con todas las condiciones de seguridad y en áreas en las que se puede disfrutar del paisaje cultural cafetero que está dispuesto y es seguro para los visitantes.
Planteó entre otras propuestas, medidas de exenciones de IVA para que los viajeros puedan usar los hoteles y las agencias de viajes de una manera mucho más económica. También revisar las tasas aeroportuarias, ya que, si bien el aeropuerto La Nubia no tiene un gran flujo, el de Pereira sí es una alternativa para muchas personas que vienen a la región.
Adicionalmente, Mónica pidió revisar desde el Ministerio del Turismo, qué actividades podrían habilitarse sin ningún riesgo para que los guías turísticos recuperen su fuente de ingresos.
“Además es necesario revisar las posibilidades de generar fórmulas para que los empresarios accedan a recursos financieros para seguir adelante”, añadió.
De Fontur y Procolombia reclamó campañas que hablen de los atractivos de la región “para que los visitantes se animen a venir las zonas seguras que tenemos disponibles”.