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Manizales, una ciudad que renació del fuego para convertirse en polo de desarrollo del Eje Cafetero

  • Con los incendios de gran magnitud, hace un centenario, nacieron los Bomberos Oficiales y los Voluntarios.
  • Con el paso del tiempo la gestión del riesgo se convirtió en prioridad para la ciudad.

Fotografías tomadas del álbum de fotografía ‘Manizales de Ayer‘. Fines informativos. (De izquierda a derecha: primera, vista del incendio; segunda y tercera, panorámica después del incendio de 1925)

Manizales es una ciudad que ha demostrado que del dolor puede surgir la fortaleza. Hace casi un siglo, las llamas marcaron su historia, pero también encendieron el espíritu resiliente de un pueblo que no se rinde.

En julio de 1925, un incendio devastador consumió 23 manzanas del centro de la ciudad, dejando ruinas y esperanza. Apenas unos meses después, el 3 de marzo de 1926, otro incendio de gran magnitud destruyó la Catedral y las manzanas aledañas, afectando una parte vital de la identidad manizaleña.

Estos hechos obligaron a reconstruir la ciudad y marcaron el inicio de su modernización. A partir de entonces se incorporaron nuevos estilos arquitectónicos, materiales más resistentes y una cultura colectiva de reinvención. En ese proceso nacieron los Bomberos Oficiales y Voluntarios, quienes desde entonces han protegido a la comunidad frente a incendios, emergencias y desastres naturales.

Hoy, un siglo después, los bomberos celebran 100 años de labor ininterrumpida, protegiendo cada sector de Manizales y acompañando silenciosamente su desarrollo. Para conmemorar esta fecha, la Alcaldía de Manizales, a través de la Unidad de Gestión del Riesgo, la Secretaría de Cultura y la Promotora de Eventos y Turismo, organiza actividades que resaltarán la importancia histórica de este aniversario.

Entre tanto, desde la UGR se continúa trabajando en estrategias de prevención para que emergencias como las de antaño permanezcan solo en el recuerdo y en los archivos de la historia.

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