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El agricultor José Ramiro lleva dos décadas sembrando esfuerzo y esperanza en el campo

  • Cada quince días, los manizaleños encuentran en la Plazoleta de la Alcaldía a Don José Ramiro Orozco, agricultor de la vereda Bajo Berlín del corregimiento El Remanso, quien lleva dos décadas cultivando la tierra y compartiendo los frutos de su esfuerzo.
  • El programa ‘Gobierno en la Calle Campesino’ beneficia actualmente a cerca de 30 familias rurales, brindándoles acompañamiento técnico, espacios de venta dignos y oportunidades de comercialización directa con los ciudadanos.

Desde hace 20 años, José Ramiro Orozco labra con constancia y amor la tierra de la finca Los Yarumos, ubicada en la vereda Bajo Berlín del corregimiento El Remanso. Su historia es una de esas que dan sentido al programa ‘Gobierno en la Calle Campesino‘, la estrategia que acerca el campo a la ciudad y le permite a los productores locales ofrecer sus cosechas sin intermediarios.

Cada quince días, sin falta, Don José Ramiro llega a la Plazoleta de la Alcaldía de Manizales con una amplia variedad de frutas y verduras frescas, cultivadas con buenas prácticas y dedicación. “Este espacio se ha vuelto sagrado para mí”, asegura, mientras acomoda sus productos con esmero. “Aquí puedo ofrecer mis frutas y verduras a precios justos, lo que mejora mis ventas y me permite seguir trabajando por mi familia”.

Productos ‘Gobierno en la Calle Campesino’, José Ramiro Orozco.

El emprendimiento es un esfuerzo colectivo. Aunque el negocio es familiar, él lidera las labores en la finca y coordina cada detalle para que nada falte en el puesto de venta. Entre los agricultores que participan en cada edición se ha tejido una red de compañerismo y apoyo mutuo: comparten consejos, experiencias y, sobre todo, la satisfacción de ver cómo el fruto de su trabajo llega directamente a los hogares manizaleños.

El ‘Gobierno en la Calle Campesino‘, coordinado por la Secretaría de Agricultura abre puertas a la comercialización y ofrece acompañamiento técnico, capacitaciones y exámenes médicos para garantizar la calidad de los productos y el bienestar de los productores. Además, el programa proporciona la dotación y el espacio físico necesario para que cada jornada se convierta en un punto de encuentro entre el campo y la ciudad.

Historias como la de Don José Ramiro reflejan el valor del trabajo rural y la dedicación de quienes, con sus manos, siembran el alimento que llega a nuestras mesas.

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