- El programase consolidó como un modelo de impulso a la economía rural, conectando directamente a productores del campo con consumidores urbanos.
- En 2025 se realizaron 23 jornadas de Gobierno en la Calle Campesino, con buenos resultados en contactos y en ventas.

Imágenes de archivo de una familia campesina.
Manizales se ha convertido en un referente nacional de fortalecimiento de la economía rural gracias al programa Gobierno en la Calle Campesino, una iniciativa que ha logrado conectar de manera directa a los productores agropecuarios de los corregimientos del municipio con consumidores urbanos, iniciativa que dinamiza el mercado local, propicia contactos comerciales y visibiliza el trabajo del campo colombiano.



Durante el periodo evaluado, el programa desarrolló 23 jornadas de comercialización, realizadas principalmente cada 15 días en la Plazoleta de la Alcaldía de Manizales, así como en escenarios descentralizados como: ferias empresariales, eventos institucionales y actividades municipales. Estas acciones permitieron ampliar el alcance del programa y acercar los productos campesinos a nuevos públicos.
Como resultado de estas jornadas, se consolidó una venta total de $147.869.800, con un promedio aproximado de $6.430.000 por jornada, cifras que reflejan el impacto positivo y sostenido del programa en los ingresos de las unidades productivas rurales participantes.
La estrategia tiene como objetivos principales: facilitar espacios de comercialización directa, promover el consumo responsable de productos locales, fortalecer la soberanía alimentaria, visibilizar el trabajo de las comunidades rurales y establecer un canal directo entre productores y consumidores, con el fin de eliminar intermediarios y garantizar precios justos.
Para su implementación, el programa desarrolló una metodología integral que incluyó la convocatoria y selección de productores, el acompañamiento técnico en temas como manipulación de alimentos, presentación y etiquetado, así como la coordinación logística de cada jornada y la difusión a través de medios institucionales y redes sociales.



Más allá de las cifras económicas, Gobierno en la Calle Campesino ha fortalecido las capacidades comerciales de los productores rurales, mejorando su posicionamiento en el mercado local y reafirmando el papel del campesinado como actor clave en el desarrollo económico y social del territorio.
Esta experiencia se consolida como un modelo replicable a nivel nacional para impulsar la economía campesina, promover circuitos cortos de comercialización y avanzar hacia un sistema alimentario más justo, sostenible y cercano a la ciudadanía.

