· Las Guardianas de la Ladera están distribuidas en las distintas comunas de la ciudad. Su trabajo también es un aporte a la protección del medio ambiente, gracias a la labor de limpieza y mantenimiento de las obras de estabilidad.
En esta Semana por la Acción Climática, la Alcaldía de Manizales reconoce el aporte del programa Guardianas de la Ladera para proteger el medio ambiente, mediante su labor de limpieza y mantenimiento de las laderas y obras de estabilidad en todo el municipio.
60 mujeres cabeza de familia de comunidades vulnerables trabajan periódicamente en retirar de las canales y otros espacios la basura que es arrojada por algunos ciudadanos, la misma que termina obstruyendo las salidas de las aguas lluvias y ocasionando inundaciones.
Guardianas de la Ladera es liderado por la Unidad de Gestión del Riesgo (UGR), a través de un convenio interadministrativo con la Empresa Metropolitana de Aseo (Emas). Con ellas, la Alcaldía de Manizales trabaja en un proyecto de educación ambiental para formarlas en la promoción de actividades de sensibilización, capacitación y educación ambiental en la correcta disposición de productos de posconsumo y de gran volumen.
“Los mantenimientos que se realizan de manera constante, no solo contribuyen al cuidado del medio ambiente, sino también a la reducción de los posibles riesgos asociados al inadecuado funcionamiento de las obras de estabilidad debido a que, en la mayoría de casos, los residuos y escombros que se arrojan en las laderas terminan obstruyendo estas obras”, explicó Alexa Yadira Morales, directora de la UGR.
De acuerdo con la funcionaria, esta semana es el tiempo perfecto para invitar a toda la ciudadanía a disponer correctamente los residuos sólidos para evitar saturación en los terrenos y, de esta manera, deslizamientos de tierra con todas sus consecuencias. “Trabajar de la mano de la comunidad es de vital importancia para generar una cultura ambiental y evitar riesgos en las zonas de alta pendiente”, concretó.
Dato de interés
· Las Guardianas de la Ladera reciben un sueldo por su trabajo, además de capacitación en temas ambientales para convertirse en multiplicadoras de la información entre sus comunidades.