- La cuenca del Río Blanco, en la vereda El Paraíso, es el corazón que abastece de agua a miles de manizaleños.
- Protegerla y restaurarla es una gestión ambiental, es garantizar el derecho de las próximas generaciones a contar con un recurso vital y limpio.
Fotografías: recorrido por la cuenca de Río Blanco
La vereda El Paraíso es un lugar que hace honor a su nombre y que guarda un tesoro vital: aquí nace la cuenca del Río Blanco, fuente de vida que abastece de agua a miles de manizaleños. Hasta este territorio llegó la Alcaldía de Manizales, a través de la Secretaría de Medio Ambiente, con el apoyo de Aguas de Manizales, para continuar con la misión de proteger, restaurar y conservar los predios que garantizan el recurso hídrico de la ciudad en las próximas décadas.
En total se han restaurado 71 hectáreas (35,7 en 2024 y 35,2 en 2025). Además, se sembraron 52.000 árboles en la zona rural de Manizales, de los cuales 50.000 fueron destinados a la cuenca del Río Blanco, para garantizar la protección del recurso hídrico para las próximas generaciones.
Cada árbol sembrado es una apuesta por el futuro, una raíz que sostiene el derecho de las próximas generaciones a contar con agua limpia y suficiente.
Pero la labor va más allá de sembrar. La Administración Municipal avanza en la compra y protección de predios estratégicos, muchos de ellos antes dedicados a la ganadería, con el fin de minimizar los impactos negativos sobre la fuente hídrica. Se trata de un proceso integral que combina restauración ecológica con gestión social, porque detrás de cada finca protegida hay una familia, una historia y un compromiso compartido por la sostenibilidad de la ciudad.
La jornada en El Paraíso dejó claro que la protección del agua es una tarea técnica y, un acto de amor por la vida y por Manizales. La esperanza que se siembra en cada hectárea restaurada es testimonio del camino que la ciudad eligió recorrer: el de la responsabilidad ambiental y la sostenibilidad.
Fotografías: recorrido por la cuenca de Río Blanco
Con las acciones, la Alcaldía de Manizales y Aguas de Manizales reafirman que el agua es más que un recurso: es un patrimonio común, un legado que se cuida hoy para que mañana siga fluyendo limpio, abundante y vital.
