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Obras que salvan vidas

  • Llega la temporada de lluvias y con ella el temor natural de las afectaciones que traen a su paso. Ser la segunda ciudad del mundo donde más llueve, según datos de organizaciones como Climate Data, deja en evidencia que ese temor no es ajeno a la realidad. Sin embargo, hoy Manizales está preparada para asumir con responsabilidad y eficiencia cualquier situación de riesgo.

Hace 40 años doña Aurora Rodríguez llegó a Manizales siguiendo los pasos de quien se acababa de convertir en su esposo. Hace 15 fue beneficiada con una vivienda de bahareque en el barrio Holanda, que a lo largo de los años logró modificar como todas las demás casas.

Ahí levantó a sus dos hijos, que aún habitan con ella en el lugar y se dedica como ama de casa a atender a su descendencia. Siempre se ha destacado en el barrio como líder y actualmente ostenta con orgullo el título de comunera. 

El inmimente riesgo que implicaba habitar a escasos metros de la Quebrada Olivares se hizo latente cuando en 2015 se presentó un derrumbe que amenazó con llevarse el área donde están ubicadas las 32 casas del barrio. Y fue entoncescuando Aurora comenzó su lucha para que las autoridades les brindaran apoyo, un apoyo que sólo llegó ocho años después en la actual Administración Municipal, cuando se construyeron las obras de estabilización que hoy protegen a su comunidad. 

Como esta obra construida en zona de riesgo, se han construido 118 en el actual gobierno, en todo el territorio de Manizales, una ciudad proclive a los deslizamientos y que realiza grandes esfuerzos para hacer frente a un problema latente. 

No hay referencias de alguna otra ciudad en el mundo que enfrente los riesgos naturales a los que está expuesta Manizales. Terremotos (seis en el siglo pasado), devastadores incendios, deslizamientos, inundaciones y la permanente actividad del Volcán Nevado del Ruiz, la convierten en una ciudad expuesta a los desastres, lo que además hace de ella un referente mundial en materia de mitigación del riesgo.

Un esfuerzo continuo, respaldado por grandes inversiones, anclado en una política seria de prevención ajena a los intereses politiqueros y particulares, son la constante del enfoque proactivo que da a la ciudad la capacidad de responder rápidamente ante situaciones de emergencia con la implementación de medidas para identificar las amenazas, trabajar en reducirlas, preparar la reacción ante los eventuales desastres y determinar protocolos de atención a las víctimas y damnificados.

Y la situación sí que lo amerita, pues Manizales está ubicada en una zona montañosa, de alta vulnerabilidad sísmica y volcánica, en donde además los deslizamientos son relativamente frecuentes al estar ubicada sobre la Cordillera Central. En este marco, su topografía accidentada la hace propicia a la eroción y la sedimentación, por estar levantada sobre suelos inestables que son muy susceptibles a deslizamientos y movimientos en masa, que han llevado a la ciudad a experimentar en las últimas décadas un aumento en la intensidad y frecuencia de las lluvias debido al cambio climático. También la actividad humana ha contribuido a los deslizamientos por la expansión urbana, la deforestación y la construcción de infraestructuras en laderas. 

Las dos más recientes tragedias no están muy lejos en el tiempo. En abril de 2017 hubo deslizamientos de tierra en 25 barrios de Manizales, situación que dejó 21 personas muertas, 500 familias damnificadas, 3.028 casas afectadas, 1.576 viviendas destruidas en su totalidad y 225 con daños parciales y recuperadas. De otra parte, en 2011, un deslizamiento en el barrio Cervantes terminó con la vida de 48 personas. 

Es por eso que la capital caldense cuenta con un Plan Municipal para la Gestión del Riesgo y un sistema de alerta temprana que permite tomar medidas preventivas antes de que se presente cualquier evento adverso. De ahí la importancia de las inversiones en infraestructura tecnológica y obras de estabilidad, la creación de sistemas de monitoreo y alerta temprana y la capacitacion constante de la población en temas de prevención. 

Un impuesto medioambiental, el fondo municipal para la gestión del riesgo, la sobretasa bomberil, así como exenciones fiscales a los propietarios que mejoran la fragilidad de sus viviendas, son tributos y beneficios que forman parte de la política integral de mitigación de riesgos. 

El Sistema de Atención

Hay que tener en cuenta que la Unidad de Gestión del Riesgo –UGR, adelanta estas obras de mitigación con el objetivo de reducir el impacto por las lluvias, proteger las áreas de alta pendiente y las vidas de los pobladores en estos sectores de alto impacto.

El Centro de Monitoreo para la Gestión del Riesgo de Manizales tiene como objetivo principal visualizar en tiempo real el comportamiento del clima y su relación con amenazas como inundación y deslizamientos. Un total de 15 estaciones principales hidrometereológicas y 33 más de respaldo, captan la información de las precipitaciones, lo que permite correlacionar la probabilidad de ocurrencia de deslizamientos con el acumulado de las lluvias de los últimos 25 días. 

El año pasado esta plataforma se modernizó y ahora se articula con estaciones de alarma telemétricas montadas en las quebradas Manizales, el Guamo, Olivares y Chinchiná,por lo que ya no se requiere de la cadena de llamadas donde se ponía en manos de un solo poblador de la zona, la tarea de avisarle a sus vecinos sobre la probabilidad de una creciente súbita. 

Con lo que ahora se cuenta, es con un mecanismo que permite generar un medio de alerta masivo para los caseríos que son vulnerables ante las eventuales amenazas. Hoy, además, este mecanismo de medición es visible en todas las estaciones de bomberos de la ciudad. 

Sobresalir a nivel mundial por la calidad de los niveles de prevención y atención de desastres en la ciudad es unesfuerzo que hay que abonarle a todas las fuerzas vivas de la capital caldense. Todo este despliegue tecnológico está respaldado por la intervención permanente de la Administración Municipal en todas las comunas y barrios de la capital caldense.. 

En este contexto, durante la administración del alcalde,Carlos Mario Marín Correa, se invirtieron hasta ahora más de $34.000 millones en las 118 obras, entre nuevas y otras a las que se les realizó un mantenimiento preventivo y correctivo. Para el 2023 se cuenta con recursos por más de $7.800 millones para darle continuidad a la tarea.  

Justamente esa labor la reconoce doña Aurora Rodríguez, quien llamó la atención de cómo desde la Alcaldía de Manizales se atendieron los clamores de su comunidad.  “Llevábamos desde el 2015 buscando la forma de evitar una tragedia. Un zumidero de agua se estaba llevando el barrio y ocasionando pequeños derrumbes que amenazaban a la comunidad del barrio Holanda”.

Aurora Rodríguez

Agregó que fue en la administración del alcalde Marín donde fueron atendidos sus ruegos. “Gracias a él hoy vivimos más tranquilos aquí en nuestro sueño, nuestro hogar”, puntualizó.

Este trabajo también es reconocido en el mundo. Según el listado de Ciudades Sostenibles 2022, de National Geographic, Manizales se ubica entre las ciudades que más ha demostrado su aporte al medio ambiente en América latina y el planeta.

El estudio lo realizó la consultora Arcadis, la cual analiza tres categorías: planeta (ambiental), personas (social) y beneficio (económico). 

La capital caldense se destacó, entre 100 ciudades de 40 países, por sus acciones para reducir deslizamientos y problemas de vivienda.

Liderazgo de la UGR

La Admnistración Municipal cuenta con la Unidad de Gestión del Riesgo -UGR-, desde donde se lidera toda esta política pública. Para su directora, Alexa Yadira Morales, uno de los avances más significativos ha sido la creación del Centro de Monitoreo de Gestión del Riesgo que “nos muestra en tiempo real las posibilidades donde pueden ocurrir deslizamientos e inundaciones”.

Explicó la funcionaria que además se cuenta con “un equipo de geólogos e ingenieros que monitorea constantemente las laderas” y que se ha fortalecido con el Cuerpo Oficial de Bomberos de la Ciudad, mediante la adquisición de nuevos equipos, parque automotor y la continua capacitación de sus miembros.

Alexa Yadira Morales

“Contamos además con un equipo social para acompañar a las familias después de un incendio o deslizamiento, y con un sistema de ambulancias para reaccionar inmediatamenteante cualquier situación que esté poniendo en riesgo la integridad de los ciudadanos”, puntualizó la directora de la UGR.

Política pública de ciudad

El tema de gestión del riesgo en Manizales no es nuevo. Desde la década de los 70 se comenzó a tomar conciencia de la importancia de consolidar políticas públicas. Entonces se hizo énfasis en intervenciones con obras estructurales como estabilización de taludes, con una visión enfocada en reducir las amenazas.

Ello no fue suficiente y continuaron presentándose deslizamientos. Fue así como en los 80 y 90 se desarrolllaron avances en materia normativa como la reglamentación de uso de suelos, imponiendo algunas restricciones. Antes de concluir el Siglo XX, Manizales ya contaba con su primer Plan Integral para la Prevención de Desastres y Atención de Emergencias. Los últimos planes de desarrollo de la ciudad han integrado como estrategia indispensable la atención al riesgo sumando voluntades políticas, institucionales, técnicas y académicas a este propósito. 

De la mano con todo lo anterior, las autoridades han trabajado a lo largo de los años en establecer en la ciudad la cultura del riesgo. Hoy por hoy, no hay un aguacero que no llame la atención de los ciudadanos que reclaman inmediatamente que se les informe de lo que está pasando. Es por eso que cada vez que llueve no solamente los organismos de socorro están en alerta, sino que, por ejemplo, las oficinas de prensa y comunicaciones de los entes oficiales, están entregando permanentemente y de manera detallada a los medios de comunicación la forma como avanzan los hechos.

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