- Hoy Mora es la prueba viva de que adoptar salva vidas y transforma corazones. La invitación es adoptar como acto de amor.
- Y en la Unidad de Protección Animal hay muchos otros perros y gatos esperando por una familia para siempre.
La historia de Mora o Amorocha merece ser contada: es una de las perras de la Unidad de Protección Animal (UPA) y es un testimonio de esperanza y segundas oportunidades. Esta perrita, que hoy tiene 8 años, pasó 7 de ellos en la UPA esperando el momento de encontrar un hogar definitivo.



Fotografías: la perrita Mora en su nuevo hogar
Ese momento llegó gracias a Luisa Daniela Bernal Orozco, quien vio su cara en redes sociales y decidió abrirle las puertas de su vida y su corazón. Desde entonces, Mora (también llamada cariñosamente Amorocha) disfruta de una nueva etapa llena de amor, cuidados y alegría.
A pesar de su edad, Mora se ha adaptado rápidamente a su nuevo hogar en el sector de San Isidro, donde ahora convive con sus nuevos compañeros Zoe, Yara y Negrito. Obedece, juega y disfruta cada día como si quisiera recuperar el tiempo perdido. Su historia demuestra que los perros mayores también merecen y pueden vivir una vida plena junto a una familia.


Fotografías: la perra Mora en su nuevo hogar
La importancia de adoptar
La Administración Municipal y la UPA resaltan la importancia de la adopción responsable, especialmente de los animales mayores, quienes muchas veces son los últimos en ser escogidos. Casos como el de Mora inspiran a creer que siempre hay un hogar dispuesto a brindar segundas oportunidades.