La ciudad progresa en la dignificación laboral de los vendedores informales
En seguimiento del caso de ‘Papá Noel’, se encontró que ha podido triplicar sus ventas en el módulo asignado en el sector de El Cable.
En Manizales se tienen entre 2.000 y 2.500 vendedores informales permanentes.
Fotografía: José Rubiel Martínez Echeverry, conocido como ‘Papá Noel‘
Manizales se consolida en un entorno urbano más seguro, ordenado y humano para los vendedores informales. La Alcaldía de Manizales a través de la Secretaría del Interior realiza actividades constantes de control con el fin de brindarles las herramientas para fortalecer su actividad económica y mejorar su calidad de vida.
José Rubiel Martínez Echeverry, conocido como ‘Papá Noel‘, es un vendedor tradicional de la ciudad que durante años ejerció su oficio en el sector del Triángulo, un punto de alto flujo vehicular donde, para poder vender, debía desplazarse entre carros y motocicletas. Una práctica que ponía en riesgo su integridad.
Con el fin de salvaguardar su seguridad y potenciar su actividad comercial, la Alcaldía de Manizales le asignó un módulo en el sector de El Cable, garantizándole un espacio adecuado, permisos correspondientes y acompañamiento permanente. Como resultado de este traslado, Papá Noel ha triplicado sus ventas y hoy trabaja en condiciones más dignas y estables.
“Estaba en el Triángulo desde hace casi ocho años con la galleta, el corcho, el maní. Se me presentó la oportunidad de cambiar de sitio aquí en El Cable; ya llevo cinco meses y estoy muy contento. El cambio ha sido muy bueno, pude aumentar mi portafolio con nuevos productos y ya no corro peligro con los carros ni las motos. La idea mía es terminar aquí mi vejez, bien tranquilo. Tengo mi permiso, la Alcaldía ha estado conmigo, y vivo más tranquilo porque manejo más dinerito, más venticas. La gente me dice ‘viejito’, ‘Papá Noel’, y me felicita por estar aquí.”, comenta José Rubiel.
Sus clientes aplauden la decisión de brindarle un lugar seguro a Papá Noel para desarrollar su actividad económica, así lo indica Jaime Toro Vázquez:“Yo lo conozco hace 30 años y su atención es excelente, es un gran ser humano y que esté acá en El Cable es mucho mejor porque hay menos probabilidad de un accidente”.
Para la Administración Municipal, este caso ratifica que la dignificación del vendedor informal es la asignación de un espacio físico y, un proceso integral que protege la vida, activa la economía y reconoce la trayectoria de quienes han construido ciudad desde la calle.
“Detrás de cada vendedor informal hay una historia de vida, una historia de vida que representa la lucha diaria de personas que tratan de salir adelante con aquellas cosas que venden. Este es el caso de Papá Noel, un vendedor muy reconocido que sacamos de un sitio muy inseguro desde el punto de vista vial, porque, para poder vender, se pasaba entre los carros en el momento en que estaba en semáforo en rojo, en el sector del triángulo. Con este módulo él ya tiene una estabilidad mayor, por supuesto tiene el permiso correspondiente como vendedor informal”, añade la secretaria del Interior, Paula Sánchez Gutiérrez.
Actualmente, Manizales registra entre 2.000 y 2.500 vendedores informales permanentes, cifra que puede aumentar entre 35% y 50% en temporadas especiales, llegando incluso a 4.000 vendedores durante festividades como Navidad o la Feria de Manizales.
Desde la Secretaría del Interior se trabaja con el objetivo de que más historias como la de “Papá Noel” se conviertan en referentes de progreso y estabilidad en la ciudad.