Buscar

Para producir sus alimentos, mayores del Centro Vida Aranjuez construyeron su propia huerta

  • El proyecto productivo nació del deseo expresado por los propios beneficiarios de tener un huerto.
  • Cuenta con productos como lechuga, tomate, cebolla, frijol, papa, maíz, habichuela, acelga, cilantro y zanahoria.

En el Centro Vida Aranjuez, las personas mayores encuentran atención, alimentación y recreación y, la oportunidad para sembrar vida, dignidad y sentido de pertenencia. Desde el pasado 20 de mayo un grupo de personas mayores, usuarias del programa han dado vida a una huerta casera que hoy se constituye como un ejemplo de envejecimiento activo, autosostenibilidad y articulación entre lo urbano y lo rural.

La iniciativa es impulsada por la Secretaría de Desarrollo Social y nació del deseo expresado por los propios beneficiarios: queremos una huerta, queremos producir, queremos cosechar; la decisión ha transformado un espacio disponible en el centro, en camas de cultivo elevadas y bancales, donde se siembran lechuga, tomate, cebolla, frijol, papa, maíz, habichuela, acelga, cilantro y zanahoria.

La operatividad del proyecto se sustenta en un cronograma semanal de actividades que incluye la preparación del suelo, la siembra, el riego y la cosecha. Las labores son coordinadas por el equipo operador de la Secretaría de Desarrollo Social en estrecha colaboración con las personas mayores, quienes, además de recibir formación práctica, fortalecen su sentido de pertenencia y dignidad. Los productos cosechados se integran directamente al menú diario del Centro Vida, para cerrar así un ciclo de autosostenibilidad y garantizar alimentos frescos y de alta calidad para el consumo de los usuarios.

Más allá de un aporte nutricional, la huerta casera tiene impacto significativo en el bienestar emocional y físico de las personas mayores, tal como lo expresa Rosa Elvira Villamil, una de las beneficiarias: “Yo nunca cogí un azadón ni una pala, pero hoy aprendí a trabajar la tierra y me siento feliz de servir aquí”.

El proyecto propicia el aprendizaje de nuevas habilidades, fortalece la autoestima, promueve la colaboración intergeneracional y consolida redes de apoyo mutuo. “Con esta iniciativa, la Secretaría de Desarrollo Social le apuesta a la creación de espacios inclusivos y sostenibles que empoderen a las personas mayores, reconociendo su capacidad de liderazgo y su valiosa contribución al tejido comunitario”, agregó la secretaria de Desarrollo Social, Paula Milena Velásquez.

La huerta del Centro Vida Aranjuez se convierte así en un modelo replicable para otras dependencias y programas municipales y, evidencia cómo la conexión con la tierra y la producción de alimentos pueden ser catalizadores de salud, dignidad y cohesión social.

Ir al contenido