- La Alcaldía de Manizales completa 25 módulos entregados a vendedores informales de la ciudad. Una acción que ordena el espacio público, transforma vidas y brinda nuevas oportunidades a quienes trabajan día a día por su sustento.
- El siguiente paso será embellecer los módulos, para que cada vendedor cuente con un espacio digno, visible y acogedor donde seguir construyendo sus sueños.



La historia de Alejandro Castaño Jiménez es un ejemplo de vida que conmueve y enseña. A sus 23 años, este joven oriundo de la zona rural de Manizales ha demostrado que los límites no existen cuando hay esperanza, fe y una comunidad que acompaña.
Desde pequeño enfrenta una dura batalla contra la esclerosis múltiple degenerativa, una condición que le pronosticaba vivir solo hasta los 14 años. Pero Alejandro desafió las estadísticas, se aferró a la vida y, con la ayuda de su familia, especialmente de su prima y cuidadora, Lady Marcela Jiménez, ha construido su propio camino.
Durante años vendió galletas en la entrada al túnel de la 52, en medio del riesgo constante del tráfico vehicular. Sin embargo, su deseo de salir adelante nunca se detuvo. Hoy, gracias a la Alcaldía de Manizales y a la Secretaría del Interior, Alejo, como le dicen sus amigos, tiene un nuevo comienzo: un módulo digno y seguro donde podrá ofrecer sus productos en un punto estratégico de la ciudad, exactamente en el sector de El Cable, frente a Farmatodo.
“Le mando un mensaje muy grande al señor alcalde por cambiarme la vida. Gracias por todas las bendiciones que me desearon a mí en todo. Dios bendiga a todas las personas que están unidas acá conmigo. Los invito a mi nuevo negocio, los que me conocen ya saben dónde voy a estar, acá en El Cable”, expresó emocionado Alejandro.
Para la Administración Municipal, historias como la de Alejandro son el reflejo de lo que significa trabajar por una ciudad más humana y solidaria. Por eso, dentro de las estrategias de recuperación del espacio público, la Alcaldía de Manizales ha priorizado la entrega de módulos a vendedores informales que merecen mejores condiciones de vida y de trabajo.
A la fecha, 25 espacios han sido entregados a personas que, como Alejo, luchan por ganarse el sustento de manera honesta y con dignidad.
“Este es el caso de Alejandro Castaño, un muchacho en condiciones especiales que estaba en riesgo en el lugar donde vendía sus productos, pero que hoy, desde El Cable, cuenta con un módulo y un permiso que le permiten ejercer su actividad de forma legal y segura”, explicó la secretaria del Interior, Paula Andrea Sánchez Gutiérrez.
La funcionaria mencionó que el proceso inicia con estudios socioeconómicos que identifican a los beneficiarios que realmente necesitan este apoyo. Posteriormente, se seleccionan puntos emblemáticos de la ciudad (como El Cable, el Centro o Chipre) para ubicar los módulos y brindar mejores oportunidades a quienes han trabajado durante años en la informalidad.
Lady Marcela Jiménez, prima y cuidadora de Alejandro, no pudo ocultar su emoción: “me siento muy feliz, porque a pesar de que a él no le pueden dar un empleo por sus condiciones, esto es una ayuda muy grande. La Alcaldía le está brindando una oportunidad que cambia su vida”.
La historia de Alejandro Castaño es un testimonio de amor, resiliencia y compromiso social. Un recordatorio de que, cuando las instituciones trabajan de la mano con la comunidad, inspiran y propician verdaderos cambios en las vidas de quienes más lo necesitan.


