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Los parques: escenarios para la reconstrucción social

Una pequeña batería de juegos al aire libre puede cambiar la calidad de vida de todo un barrio. Montar un simple columpio, un pequeño tobogán, no es propiamente una gran noticia que merezca un titular en los medios de comunicación, pero impacta positivamente a comunidades enteras que encuentran allí espacios de esparcimiento, recreación y descanso. 

Cuando Esperanza Rodríguez compró hace dos años una vivienda en la parte baja del Barrio San Sebastián en la Comuna Ciudadela del Norte, se encontró con que la vía que pasaba frente a su casa la llamaban ‘la calle de los marihuaneros’. Lo primero que hizo con sus ahorros de toda una vida y recién pensionada fue construir un segundo piso y adecuarla para vivir allí dignamente. La siguiente tarea que emprendió fue concentrar sus esfuerzos  en convertir el sector en una zona de buen vivir para toda la comunidad.

Guri Guri

Nacida en La Dorada (Caldas) y después de vivir la mitad de su vida en Bogotá, decidió regresar a la ciudad donde se formó como Contadora Pública –es egresada de la Universidad de Manizales-, donde después de establecerse comenzó la titánica tarea de buscar no sólo su bienestar sino el de toda la comunidad de vecinos.

Un año después de su llegada, Esperanza fue testigo de cómo los habitantes del barrio San Sebastián vieron cumplido su sueño de contar con un acceso digno al lugar, la vía Guri Guri.  Pero a pesar de los beneficios que dicha obra representó para la gente, quedó con el sinsabor de ver cómo al final del trayecto, a escasos 100 metros de donde habita, la zona estaba copada por un espacio que era utilizado como parqueadero por una compañía de buses de transporte público.

“Esto antes era una trocha, no había calles pavimentadas, todas estaban en mal estado,  y aunque dichosos con la nueva vía, los buses se apoderaron del espacio público convirtiendo la zona en parqueadero, lavadero de vehículos, lo que además trajo inseguridad”, explicó.

Fue en ese momento cuando decidió convocar a la comunidad y mediante una carta suscrita por 333 vecinos, pidieron ayuda a las autoridades para buscar hacer allí un parque. La primera batalla la ganó en los tribunales, que ordenaron a la transportadora desalojar, pues estaban invadiendo terrenos de la Alcaldía.

Esperanza Rodríguez

Seis meses después, lo que era un sueño, se había convertido en realidad gracias a la inversión de la Secretaría del Medio Ambiente y el apoyo de otras secretarias como Gobierno, Hacienda y Movilidad.

“La vida en la comunidad nos ha cambiado. Del parque disfrutan niños, jóvenes, padres de familia, ancianos, en fin, todos”, afirma Esperanza. Agrega además que ahora el barrio está libre de expendedores de drogas, pues cuentan con un frente de seguridad que fue dotado con seis botones de pánico y una alarma.

La Sultana

Parque y huerta

Quinientos metros más arriba, en la parte alta del Barrio San Sebastián, otro sector de la comunidad que llegó a la Secretaría del Medio Ambiente clamando por un parque para los niños de un jardín infantil, encontró, además, apoyo para montar una huerta comunitaria.

Alto Caribe

La labor de la Administración Municipal permitió recuperar un espacio que estaba invadido por vendedores ambulantes para montar los juegos infantiles y habilitar un terreno para que la comunidad cultivara todo tipo de plantas comestibles y medicinales.

Patricia Alzate es una de las ocho amas de casa que dedican parte de su tiempo a cuidar del lugar y explica que la idea inicial era contar con un terreno para que los padres de familia y los niños del jardín infantil lo sacaran adelante. “Sin embargo, muchas veces los papás no tenían tiempo, pero gracias a la Secretaría de Ambiente nos vincularon al resto de la comunidad al proyecto”. 

Hoy reciben apoyo con semillas, herramientas, insumos. “Nosotras hacemos las camas, sembramos, podamos y además recolectamos las basuras”, afirma Patricia.

“También contamos con un lombricultivo donde producimos el abono para nuestros sembrados”, agrega.

Patricia Alzate

Ciudad incluyente y sostenible

Acciones como las anteriores han permitido a la Alcaldía de Manizales  hacer conexión con los ciudadanos, crear relaciones sólidas entre la gente, mejorar su bienestar y calidad de vida.  Además, promover la participación cívica y comunitaria, la diversidad, la inclusión, la colaboración, el trabajo en equipo, la comunicación y el diálogo.

Esto además ha traído beneficios adicionales como la reducción de la delincuencia, mejora en la salud mental y física, la promoción de la resiliencia comunitaria y una mejor calidad de vida para la gente.

Hoy, comunidades como las que habitan estos dos sectores del barrio San Sebastián están mas unidas y cohesionadas, son capaces de abordar sus propios problemas y desafíos.

Palonegro

Para el secretario de Medio Ambiente, Carloman Londoño,  lo que se está haciendo desde la administración del alcalde, Carlos Mario Marín Correa, “es una reconstrucción del tejido social de nuestras comunidades, brindando espacios recreativos y lúdicos para niños, jóvenes y adultos, buscando así que Manizales sea más incluyente, una ciudad verde, sostenible y con mayores espacios para disfrutar en familia”.

Los parques

Un total de 44 parques, han sido intervenidos en la actual administración durante los tres años de gestión, tarea que continuará en este 2023.

“Se trata de un proceso de transformación de la ciudad a través del mejoramiento de los parque infantiles,” explica el secretario Carlomán Londoño.

La Leonora

Destacada también en toda esta tarea la construcción del parque Faneón “donde recuperamos un espacio para la ciudad que antes era utilizado en forma irregular por algunas personas” y el parque El Arenillo, cuyos trabajos ya comenzaron y que según el funcionario “será el más grande de la ciudad con una intervención de 12 mil metros cuadrados”.

Chipre

No se puede dejar de lado el parque de Chipre, recientemente inaugurado por el alcalde Marín y puesto al servicio de una amplía comunidad que esperaba su remodelación. La transformación del parque inició en octubre y finalizó el pasado mes de enero; allí se invirtieron cerca de $400 millones en un área de 1.700 metros cuadrados en donde se adecuó:

  • Gimnasio de calistenia (ejercicio con el peso del cuerpo). 
  • Máquinas para actividad física.
  • Área para jugar fútbol-tenis.
  • Mesa en concreto de ping pong.
  • Gimnasio para mascotas.
  • Arenero infantil.  
  • Se embelleció plazoleta con pintura.
  • Deslizaderos en acero inoxidable.
  • Zona de co-working (contará con servicio de wifi gratuito, el cual estará disponible en dos semanas).
  • Bancos modulares y sillas.
  • Basureros nuevos.

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